miércoles, 21 de marzo de 2012

Yo también tengo un hermano

   El pasado mes de febrero en la revista "Pasión en Sevilla" , el conocido periodista cofrade José Antonio Rodríguez habló sobre el parecido de las Imágenes de la Hermandad de la Buena Muerte de Don Benito con algunas tallas de la Semana Santa Sevillana. A continuación transcribo literalmente el apartado del artículo "Yo también tengo un hermano (y II)" donde se habla de las Imágenes calabazonas:

La Hiniesta y Santa Marta, en Don Benito

   Castillo Lastrucci y Sebastián Santos fueron dos de los imagineros que más encargos recibieron en los años de la posguerra. Había que reemplazar las obras que habían sido destruidas en los macabros incendios y en los brutales saqueos y ambos cosecharon una importante producción. El primero de ellos, Castillo Lastrucci, llegó a comandar una especie de industris que dió salida a centenares de imágenes para toda Andalucía y buena parte del territorio nacional.

   Era evidente que para atender a una demanda tan amplia, en ocasiones, se utilizaban modelos de otras obras, lo que ha desencadenado en la aparición de toda una colección de imágenes en la que se atisban parecidos asombrosos.

   Castillo Lastrucci era hermano de La Hiniesta, de hecho, está enterrado en la Parroquia de San Julián. En 1938 talló para esta hermandad el Cristo de la Buena Muerte que, a juicio de los expertos, se le puede considerar su mejor obra. En él se muestran reminiscencias de las obras de Montañés y Mesa y casi llega a calcar el sudario del Cristo de la Conversión de Montserrat.

   Pero un reciente viaje a la localidad extremeña de Don Benito, en Badajoz, sirvió para conocer de cerca una obra que Antonio Castillo Lastrucci firma una año después que el crucificado de la Hiniesta y que podría considerarse un calco de la imagen de San Julián.

   Paradójicamente posee la misma advocación "Cristo de la Buena Muerte" y recibe culto en la Parroquia de Santiago. La imagen fue donada por la Condesa de los Campos de Orellana, Doña Luisa Torre Galeano. Tan reciente tendría Castillo su Cristo de la Buena Muerte de la Hiniesta que cuando le encargaron otro crucificado a los pocos meses no dudó en emularlo. Curiosamente, la hermandad de la Buena Muerte de Don Benito de Don Benito no se fundaría hasta 1955 pero desde 1939 en Don Benito ya se conocía a este "hermano" venido de San Julián.

   La Cofradía extremeña se completa con un segundo paso, el de la Virgen de los Dolores, una obra de Sebastián Santos que en la hermandad aseguran tener desde 1964 aunque en el libro monográfico de Sebastián Santos se asegura que fue su penúltima dolorosa, tallada en 1970. Esta falta de concreción en las fechas no debe distraer la atención sobre lo verdaderamente llamativo. La dolorosa posee los recursos expresivos tan habituales en las imágenes marianas de este autor, con exquisito modelado, la mirada al frente, los orificios nasales dilatados ...

   Esta talla recuerda a todas sus dolorosas (Concepción de Silencio, Dolores del Cerro, Merced de Pasión ...) pero a ninguna en concreto. Quizás, tenga encuentre algún vínculo con la Virgen de las Penas de Santa Marta, una de las dolorosas que pasan más desapercibidas en la Semana Santa y que es el resultado de lo mejor que salió de las gubias de Sebastián Santos.

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