La semana pasada se vistió de nuevo, de hebrea, a María Santísima de los Dolores por un vestidor nuevo que acordó la Hermandad de la Buena Muerte. Los cambios más significativos son: el tocado, el manto y la corona de espina que ha sido colocada entre sus manos. Personalmente, pienso que la talla ha ganado con el cambio.
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